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Introducción a la meditación
¿Qué es la meditación?
La meditación es una práctica antigua de armonización que ha sobrevivido a múltiples culturas y que facilitan el restablecimiento de la inspiración y la serenidad a través de la experiencia cotidiana de un fértil silencio activo que al mismo tiempo vacía la mente de contenidos superfluos y a menudo tóxicos.
Además de ésto, es y de ella se resultan infinidad de cosas….
Es imprescindible y complementaria en toda actividad terapéutica que suponga crecimiento y desarrollo personal.
Es una gimnasia mental que ejercita la atención y por lo tanto el “darse cuenta”. Es una actividad relacionada con el enfoque de la atención y la consciencia, lo que le permite a la persona no estar sometida a los vaivenes de las emociones si no que dispondrá de más opciones.
La postura
Sentada loto o semiloto o en silla, espalda recta, asentamiento horizontal desde donde partirá la gran vertical (imagen de montaña) cuerpo relajado, hombros alejados de las orejas, mentón ligeramente hacia adentro, ojos cerrados o entornados, vientre flojo que permita una distensión en la inhalación, manos en postura de mudra (se alcanza mejor emisión de ondas alfa). Lengua apoyada en el paladar (con lo que se genera menos saliva). Ligera sonrisa interior que denota benevolencia. La postura física guarda relación con la actitud psicológica y atencional que el sujeto adopte.
La respiración
Conciencia de la respiración mediante el enfoque de atención sostenido de la misma.
La actitud
Mente abierta, ni rechazo ni estímulo de los pensamientos ni sensaciones que aparecen y desaparecen. Amplia percepción consciente simultánea del adentro y del afuera, atención afilada e intensa, vivencia del aquí y ahora, plena atención y presencia, en cada darse cuenta del despiste del ahora, volver una y otra vez amablemente a la conciencia o atestiguamiento del momento presente.
¿Qué nos aporta?
La práctica de la meditación acelera el proceso evolutivo del ser humano porque dinamiza el autodescubrimiento y el progresivo despertar, descondiciona la mente reactiva aportando consciencia a las verdaderas raíces de las acciones, pudiendo elegir mejor qué tipo de reacción deseamos tener.
A través de la práctica de la meditación conseguimos parar, atravesar y ver deteniendo el automatizado proceso pensante basado en interminables cadenas de asociación de ideas.
Con la meditación conseguimos la deconstrucción de viejos paradigmas mentales y el acceso a las corrientes de intuición de consecuencias altamente renovadoras además de desprender paulatinamente a nuestra consciencia de emociones conflictivas en muchos casos ancladas en experiencias de la más tierna infancia.
Beneficios
- Aumento de la serenidad y sensibilidad en lo cotidiano
- Incremento de la capacidad de empatía hacia los demás
- Anclaje de la consciencia en la propia interiorización como causa de todos los estados mentales
- Activación extraordinaria de la lucidez
- Por el hecho de abrir la consciencia a niveles más profundos, el practicante puede desbloquear determinados aspectos del inconsciente disolviendo las “bolsas emocionales” (material reprimido subconsciente que no puede aflorar y se manifiesta a través de emociones destructivas.
- Drenaje liberador del inconsciente que disminuye el egocentrismo y da al sujeto mayor independencia.
- Incremento del bienestar psicológico y un descenso del nivel de ansiedad.
- Aumento de la confianza y la propia autoestima
- Mejor aprovechamiento en la actividad intelectual y académica y un mayor número de posibilidades de autorrealización.
- Reduce estrés, miedos y fobias, así como el uso del alcohol y otras drogas
- Disminución de la presión sanguínea haciendo emerger una calma que neutraliza las reacciones posibilitando acciones escogidas y elegidas.
- En plano bioquímico: reducción de los niveles de lactato y de la hormona cortisol en sangre que intervienen en la respuesta del estrés, así como en la agudización de la percepción y de las habilidades de autocontrol de la conducta. Reduce la presión sanguínea, disminuye el nivel de colesterol y previene las enfermedades coronarias.
- En el campo de la fisiología cerebral, durante la práctica aparecen ondas cerebrales más lentas y más sincronizadas con predominio de ondas alfa en los primeros episodios y ondas Theta en los segundos. También se intensifican las habilidades del hemisferio derecho (intuición, creatividad, afectividad, globalidad). También desciende el ritmo respiratorio por lo que hay menos excitación cortical con lo que estamos más serenos y creativos.
La meditación permite trascender la dualidad separativa entre sujeto y objeto. El yo tiende a liberarse al ir desdibujándose la línea entre lo consciente y lo inconsciente.
La meditación supone un proceso de auto desenmascaramiento paulatino desde donde brota la confianza y el amor de manera espontánea, permite la unificación entre “lo de adentro” y “lo de afuera”, un estado que nos conduce de la esclavitud a la libertad ya que libera nuestras energías naturales e impulsa a expresar nuestra capacidad innata de amar y de ser felices desde dentro a afuera, o sea una plenitud libre de un objeto exterior que las cause o condicione.
Dota a la persona de una agradable sensación de sentido y perspectiva.
El ejercicio meditacional constituye un sistema de entrenamiento excelente para afrontar el sufrimiento mental, las frustraciones del presente y las preocupaciones del futuro.
La paz y alegría se dan sin objeto ni condición que las cause.
¿Qué lugar es bueno para meditar?
Una atmósfera de intimidad en lugar silencioso en casa o en la naturaleza, un lugar donde sepamos que no vamos a ser molestados o interrumpidos.
El hecho de encender una vela antes de meditar y apagarla después hace referencia a la luz, al fuego que durante miles de años se mantuvo encendido días y noches como símbolo de vida y consciencia. Es posible encender una barrita de incienso, su agradable aroma y registro cerebral producido por la repetición de dicho estímulo sensorial puede ayudar a la consciencia a neuroasociar el silencio interior con dicho aroma por lo que facilita entrar más fácilmente a ese estado de instrospección y sosiego.
¿En qué momento del día conviene practicar?
Es aconsejable no encontrarse con el estómago lleno porque el proceso digestivo causa somnolencia, por lo que se sugiere realizar la práctica a primera hora de la mañana y siempre que se pueda al final de la jornada como se ha venido haciendo en los rituales monásticos a la salida y a la puesta del sol lo que con ello simbolizaban el saludo de bienvenida a la luz y la actividad, a la consciencia, a la vida y a su correspondiente despedida. El hecho de meditar por la mañana siembra un estado de atención que reverbera agradablemente durante la jornada y el hecho de meditar al atardecer actúa como disolvente y purificador de todas las cuestiones pendientes.
¿Qué hacemos mientras permanecemos en silencio?
Observar, observar y observar. Una observación constante de sensaciones, emociones y pensamientos que pasan por la corriente de la consciencia. Una observación con absoluta neutralidad, solo atestiguar. Al principio es aconsejable poner la atención sobre la respiración, inspiración e exhalación, sintiendo las sensaciones del abdomen, del pecho, de las fosas nasales…
También se puede ejercitar una observación abierta y panorámica de la corriente mental, de forma que cada pensamiento es atestiguado de forma neutral y con total atención. Es una manera de disolver las asociaciones de ideas automatizadas que atrapan al meditador en el mundo disperso de la mente pensante.
Tiempo de meditación
Si meditamos en grupo tres toques de cuenco indicarán el inicio de la meditación y pasados los 22 minutos de inmovilidad un golpe de gong anunciará el fin de esta rigurosa y a la vez gozosa disciplina. Será entonces cuando se podrá deshacer la postura y aliviar con un estiramiento aquellas partes de su cuerpo en las que se sienta acumulada una mayor tensión.
Os dejo un artículo interesante sobre cómo la MEDITACIÓN puede afectar al CEREBRO dicho por psiquiatras y científicos:
https://www.abc.es/20110127/ciencia/abci-ocho-semanas-meditacion-pueden-201101271127.html